Dijiste que mi inspiración eras tú… y no te equivocaste… me
inspiraste dolor y amargura… Tal vez hoy mi inspiración sigas siendo tú… Pero
ahora en un sentido totalmente opuesto, pues al decidirme a cortar de golpe con
todo eso que me hacía daño, hoy puedo tener una nueva inspiración y un mejor
motivo… y mis palabras ya no serán más de dolor y de angustia… Ahora serán de
dicha, de felicidad… Serán un canto de victoria por cada uno de mis
logros…
miércoles, 6 de junio de 2012
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