No es una inteligencia… es solo un sentimiento quien mueve mi mano y me impulsa a escribir. Varias líneas…, varias palabras se agrupan para formar un texto que para algunos tal vez resulte sin sentido. No es más que una emoción que de momento me embarga. Por momentos ni siquiera soy capaz de articular palabras… y otras veces me siento capaz de plasmar por escrito mis fantasías, mis sentimientos, mis emociones, mis dudas y mis anhelos…
Pero siempre… siempre existe un motivo. Y esta vez eres tu quien me inspira. No sabes cuánto agradezco cada instante que compartes conmigo, pues me das fuerza para seguir… eres tu quien con tus pequeños detalles y tus grandes ocurrencias me rescatas de la sombras… de mi soledad… de mis pesares… eres tu quien logra en un instante dibujar una sonrisa en mi rostro. Eres tu quien me lee y no trata de entenderme, incluso por momentos creo que has empezado a quererme… y sé que aunque tengas nombre y apellido no es necesario indicarlos, por ahora solo te llamaré… Amigo.
Porque no hay mayor tesoro… Gracias por tu amistad.
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