La rosa diaria

Cada día… paso a paso… el tiempo avanza… jamás se detiene. A cada momento aumenta mi temor… ¿cómo será el atardecer de mi vida, en donde estaré...? ¿Seré consciente de mis actos? Ayer vi pasar a aquel viejo romántico con esa flor en la mano, como siempre sin rumbo, con su mirada perdida… pareciera que a veces recordara quien es, y de pronto… nuevamente se hunde en penumbras. Y esa anciana que lo espera en alguna parte del mundo, con la mano extendida… esperando la rosa diaria que tantas veces llegara. Pero ahora… por momentos ni siquiera sabe porque su mano sigue alzada… en su mirada parece haber dolor, pero una risa sonora lo disipa en un instante… y de nuevo comienza a caminar… alejándose sin saber siquiera hacia dónde va. Tal vez si en algún momento el destino los uniera recordarían su amor, pero… ¿cómo saberlo? Si ahora caminan en un rumbo completamente opuesto. Tal vez debería cerrar los ojos para no mirar lo cruel que puede ser la vida, pero no puedo vivir ajena a la realidad. Solo espero que cuando lleguen los días grises a mi vida, yo pueda recordar aquellos momentos que me dieron tanta felicidad y tal vez logren llenar de luz… una vida en soledad.